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miércoles, 4 de febrero de 2009

EL MAL GUSTO

"El Candidato"fotografía Guillo Martillhoz. 2003 DR
Hoy no me meteré en la parte del vestir, del comer o el caminar... haremos política… ¡que mal gusto!, ¿verdad?
La escena de la "Última Cena" con un reloj de agujas de puntas en forma de mariposa sobre madera barnizada o enchapada con alguna resina, jarrones "Ming" para poner paraguas a la entrada de la casa con columnas dóricas de cemento pelado y chimenea de corriente y papelitos rojos y naranjas: destellante efecto de un pequeño ventilador y, por qué no, cuadros con marcos barrocos enmarcando escenas monárquicas de Nicolas Largillière colgados en la más humilde y descascarada pared.
Así es el mal gusto, en la ciencia de la estética se denomina kitsch pero no del que se come sino del que realmente es repugnante como el alemán pendenciero o por lo menos así quiso denominarlo Gillo Dorfles (casi se llama como yo, sin el Dorfles ese). 'Eso pasa por democratizar el buen gusto o hacer de lo pequeño algo muy grande'. Y es que el mal gusto se expresa de diferentes maneras, de diferentes formas y desde diferentes actitudes o comportamientos y es realmente lamentable cuando todas esas expresiones de mal gusto o kitsch se juntan en una sola persona. Si no fuera por su música, Madonna sería esa persona (sí conozco unas cuantas que reúnen los requisitos pero son amigos y amigas pero va y se ofenden). Pero como dije, hoy no hablaremos de ese mal gusto por el arte, la comida, la ropa o el estilo de vida, esta vez será sobre la peor expresión del mal gusto, muy de moda, por desgracia, hoy en día: LOS CANDIDATOS.
Ser candidato de algo, de cualquier cosa, desde reina de fiestas patronales hasta la presidencia de la república es el peor de los "mal gusto" que existen. Me parece tan estúpido andar besando viejas chucas del mercado y abrazando bolitos cuneteros simplemente por un voto. Me da asco hasta provocar el vómito o las lágrimas ver como un candidato le dice al otro "lo feo" que es pero como simple reflejo de sí mismo, me causa risa y no rabia ver a los periodistas plegar su vulnerable sexualidad en función del candidato, me da fobia saber que uno o el otro posible ganador pase los próximos cinco años ocupando páginas y páginas, horas y horas en todos los medios "de mal gusto" llamados democráticos (que le sirva la falda a todos si quieren… sobre ellos diré algo otro día). Tal vez hay algo parecido a ese "mal gusto" de ser candidato: ser presentador de programa juvenil en la televisión nacional pero, vaya, es comparar ahora gallinas con pterodáctilos. Yo puedo entender el mal gusto de uno de los dos, ese estaba predestinado, (como Luke Skywalker a Caballero Jedi), a ser candidato; ya había estado en esa categoría hace unos años… pero el otro, ese es peor porque nunca imaginé que llegara a tanto.
'Yo creo que las elecciones se ganan porque se tiene mal gusto. Porque se acierta con el mal gusto dominante'. Es esa democracia la que me espanta de mi país, porque no estoy de acuerdo a soportar a tanto idiota junto votando por el mal gusto, sea quien sea el que logre sentarse en una silla que, por joder, creo que la han hecho así de bayunca (palabra salvadoreña que se tradujo directamente de la palabra kitsch).
notita de "mal gusto" del que escribe: "Señora", si pierde la compostura, las ojeras le van a llegar a China. Hoy ya pasó, descanse… Señor, si hay alguien antiestético por excelencia es usted, empanzando por ese gran bus. ¡Que marginalidad y mediocre visión de desarrollo!
No es finjiendo conocer al pueblo como se le conoce, no es ofreciendo baratijas que se alimenta al pueblo. P
or suerte, a pesar del mal gusto democratizado, el pueblo tiene una pequeña pinselada de conocimiento sobre su realidad.